No todo en triatlón son competiciones. Cierto es que son el objetivo principal y la mayor motivación para entrenar cada dia pero creo que la verdadera esencia del triatlón es entrenar disfrutando. De hecho hay mucha gente que no le gusta el estrés que supone la competición y prefieren únicamente entrenar. Y para que los que sigan el blog desde fuera no piensen que sólo competimos, voy a dedicar esta entrada a dos buenos entrenos que hicimos el pasado fin de semana:
VIERNES. Sesión de natación en Torremolinos (ya que de momento no nos dejan nadar en Benalmádena y puestos a pagar, mejor una piscina de 50) con los cinco nadadores "élite" del club (las comillas debería ponerlas en negrita para que se vean bien): Fermín, Elías, Pedro y los hermanos Ramos. Un poco de técnica y vamos a lo principal: 3x400 R20". Las calles están llenas y nos apañamos como podemos para ir todos en fila. Los tiempos bastantes aceptables para nuestro nivel: 6:33, 6:45 y 6:38. Interesante ver cómo nada Pedro en el agua, acaba de llegar y aunque va tapadito a los pies no hay quien lo suelte. También alegra ver a Elías por los entrenos, tiene que estar pasándolo mal en su año en blanco y se le echa de menos.
SABADO. Paliza en bici hasta el refugio de Juanar. Grupeta de seis triatletas del club para completar 115 km de ciclismo del duro. Ritmo muy vivo desde el principio y llegada al pie del refugio con muy buena media y sin palos (muy raro entre nosotros...). Al inicio de la subida Pedro y Paco se van para arriba en su particular bis a bis, por detrás el gato sube en solitario y más atrás yo, Fermín y David pagamos el gran desgaste acumulado en las piernas. A la vuelta del refugio Pedro parece que no ha tenido bastante con adjudicarse la subida y nos lleva haciendo la goma en nuestro propio terreno (madre mía como está de fuerte este tío...). La paliza total fue tal que tuve que parar en Alhaurín a reponer depositos porque ya me notaba al borde de la pájara. Y el gato el día siguiente al Duatlón de Marbella, con un par....