miércoles, 18 de junio de 2014

CAMPEONATO DE ESPAÑA DE MEDIA DISTANCIA (ECOTRIMAD 2014)



Este pasado fin de semana, 8 valientes se dieron cita en el Ecotrimad, un triatlón durísimo, que este año era además, Campeonato de España de triatlón de media distancia.
Mención especial merece nuestro compañero Fernan, que ha pesar de haber sufrido una caída la semana anterior, no se amedrantó y se presentó en Madrid dispuesto a dar guerra.
En cuanto a los resultados podemos decir que fueron bastante buenos, pudieron acabar todos y algunos consiguieron meritorias posiciones en sus grupos de edad.

Y en cuanto a el desarrollo de la carrera lo mejor es leer esta crónica que ha redactado nuestro compañero Tete.

"De Madrid al cielo... pasando por el purgatorio...

Los más de 30 graditos que se leían en el indicador del coche eran premonitorios de lo que nos iba a esperar al día siguiente en plena competición. El pensamiento común era que siendo en la sierra norte de Madrid pasaríamos incluso frío en algún momento de la prueba, pero nada más lejos, se nos presentó un Buitrago con piel de terral, más de 30 grados y un aire caliente que te abofeteaba a rachas.

La prueba iba a ser dura desde el comienzo. En la zona de boxes todo el mundo preguntaba lo mismo mirando hacia el final de la pendiente atestada de bicicletas: "¿hay que subir hasta arriba...?" Pues sí, había que subir hasta arriba, bajar y volver a subir para poder montarte en la bici e iniciar el recorrido con el resuello justo. Una T1 que me recordó a la del Tri de Sierra Nevada.

El entorno que envolvía el recorrido de la natación era idílico, un embalse rodeado de árboles y que se hizo más atractivo desde el agua, nadando paralelos a la zona amurallada de Buitrago. Fue una natación cómoda, sin apenas palos y a mi parecer bien indicada, con boyas grandes con las que orientarse sin problemas. Me encontré bien, la premisa era disfrutar y, de hecho, no estaba nada nervioso al escuchar el bocinazo. Nada de pensamientos negativos, nada abrumado ante lo que me quedaba por delante, iba centrado en dar brazadas e intentar nadar lo más rápido que me fuera posible conservando la técnica.

Justo cuándo comenzaba a preguntarme si quedaría mucho para terminar, levanté la cabeza y vi la boya azul que te llevaba hasta la dársena.

Al ponerme en pie escuché los gritos de David Canche, que estaba tumbado frente a mi con un problema muscular en la pierna, el pobre no sabía qué postura adoptar para evitar el dolor, me paré para ver si podía ayudarle y tras comprobar que un voluntario le atendía, inicié la "escalada" hasta los boxes para coger la bici.

Nada más iniciar el pedaleo y notar el aire caliente que me resecaba la boca y ver el Sol en todo lo alto me hice un apunte mental: "hoy vas a beber como nunca." Era imprescindible, la sequedad del ambiente me dejaba los labios acartonados e iba dando sorbos a cada momento.

Al inicio de la primera pendiente importante vi a Fernan, lo cual me alegró, ya había pasado el primer escollo, magullado, luchando contra la orografía y el clima, sabiendo que lo que le quedaba por delante era puro sufrimiento, triatleta en estado puro, (diciéndolo a lo macho) un tío con un par de huevos. Se podía abandonar en cualquier otra competición, pero en esta no, en esta estaba Fernan, y si él cruzaba la meta con la cadera amoratada y una brecha en la rodilla, todos cruzábamos la meta.

Un rato más tarde me encontré con Jesuli, la sensación de tranquilidad y el buen rollo que transmite es bestial, siempre con una sonrisa, con su "yo a mi ritmo", hablamos un momento sobre que tal iba y de la carrera y seguí.
Ya en la segunda vuelta, en un punto de una de las subidas vi a lo lejos a David. Enseguida imaginé que tendría algún problema, si no, no le habría alcanzado en la bici. Tenía cara de ir agobiado. Al llegar a su altura le pregunté si quería que le esperase, lo sé, una pregunta absurda, pero fue lo que se me ocurrió. Obviamente me dijo que no, y seguí arrancándole kilómetros al segmento de bici con muchas ganas de terminar.
Me iba encontrando bien, sé que no tenía que abusar del plato, Paco y David me lo habían dicho, pero regulando con los piñones no me veía demasiado forzado, así que preferí seguir. Un poco más, un poco más, lo quito en la segunda vuelta, otro poco más, otro repecho... Así hasta que lo quité, y ¡oh casualidad!, se me salió la cadena. Mientras intentaba colocarla escuché a Paquito preguntándome si estaba bien, le dije que sí y me pasó. Que bien va el tío en bici. En cuanto se proponga hacer un distancia Ironman hará un marcón.
Tras arreglar el problema traté de llegar hasta Paco, pero no podía porque no conseguía que engarzara el plato grande y sólo encauzando Buitrago pude ponerme a su lado de nuevo y entrar en boxes juntos para hacer la última transición.
A pesar del cansancio, puede que fuera la transición más divertida que he hecho nunca, soltando chistes con Paco mientras me ponía los calcetines, saliendo los dos juntos a correr.
Transición divertida pero, nada más empezar a correr, todo ese buen rato se tornó en agónico trote. Sensaciones malísimas. Iniciamos la cuesta pasito a pasito, las escaleras casi a gatas siguiendo en busca de ese momento en el que correr comienza a dejar de recordarte que llevas un buen tute anterior de bici.
Acababa de pasar el primer kilómetro y empecé a sentir una molestia extraña en la parte exterior de la corva de la pierna derecha y de repente se me fue hacia la zona de los isquios y... tieso, no podía par un paso, empecé a maldecir y a jurar en hebreo, trataba de seguir corriendo pero me era imposible viendo como Paco se alejaba. Había bebido, comido, tomado magnesio días antes pero dio igual, calambres de nuevo.
Un chaval que pasó a mi lado le dio una cápsula de sales a una voluntaria que me la dio con un botellín de agua. Sales o placebo empecé a trotar de nuevo, poco a poco fui encontrando un ritmo hasta que volví a llegar a Paco, sin que me dejara de molestar la pierna en toda la carrera, atemperando el ritmo cada vez que había un atisbo de calambres.
El recorrido era duro y el calor fortísimo, así que no dejaba un puesto de avituallamiento sin catar.
Avituallándome en uno de ellos vi que llegaba David, sabía que llegaría a mi altura, qué clase tiene el tío, una vez repuesto de la bici estaba dando el do de pecho en  carrera y aunque me dijo que si seguíamos juntos, mis piernas no me daban para su ritmo.
Así, poco a poco me fui cruzando a Jose, con su planta de triatleta decidido a darlo todo, con Fernan, ¡tío grande!, con Jesuli y su trote confortable, con Salvy y David Canche con el sufrimiento en la cara propio de los que debutan en la distancia, hasta que finalmente y ya cerca de la meta, me gané el derecho de correr pegado a las almenas con vistas al agua donde habíamos nadado hacia casi 5 horas.
Meta, estupendo post meta, abrazos congratulando que todos habíamos terminado y por fin la ansiada barbacoa ya en la casa después de la ducha.
Mención especial para Ana y Gema, magníficas seguidoras y reporteras gráficas, eterno agradecimiento.
Una abrazo a todos los miembros del club. Se sintieron vuestros ánimos.

Antonio Bueno"

lunes, 9 de junio de 2014

GO TRI Marbella 2014



Una semana después de el éxito en el triatlón de Conil, el equipo volvió a demostrar un gran estado de forma en el Go Tri de Marbella, prueba que se disputaba en distintas distancias. La más numerosa fue la distancia olímpica que se desarrollo en la modalidad sin drafting, y donde 18 miembros del club dieron lo mejor de sí. En la distancia sprint, contamos también con 5 representantes. En conclusión, convertimos a Marbella en una auténtica marea naranja.

Pero hablar sólo de éxito en cuanto a representación sería caer en una falsa modestia, y es que, en una prueba donde había participantes de muchísimo nivel, el equipo consiguió la segunda plaza en la clasificación general por clubes. Y la cosa no se quedó ahí, ya que en la categoría Veteranos 1 de la modalidad sprint, nuestro compañero Antonio Cuesta se alzó a lo más alto del cajón. Desde aquí, enhorabuena a todos.