miércoles, 12 de diciembre de 2007

HAZAÑAS TRIATLÉTICAS

Abro esta entrada para recordar un poco las grandes gestas de nuestro deporte, pero sobre todo para motivarnos y recordarlas en esos días donde no apetece mucho salir a entrenar, o cuando lo hacemos pero la falta de ganas hace que acabemos la sesión antes de tiempo...

LA BATALLA DEL SIGLO

En 1989 se produjo la más bella carrera de la historia en Hawai, la que pasará a la historia y leyenda de la prueba como “La Batalla del Siglo”. Dave Scott y Mark Allen libraron una bella y dura batalla durante ocho horas, codo a codo, juntos desde la natación hasta los últimos dos kilómetros de la carrera a pie, momento en el que Allen (que hasta la fecha no había ganado aún en Hawai) pudo descolgar al mito Scott. Cuentan que ese día Mark Allen fue el más fuerte, pero escondió su energía durante largas horas, sabedor de que lo más duro de la carrera a pie era la cuesta que hay justo antes de entrar en Kona; allí aceleró al máximo, después de haberse armado de paciencia durante horas y pudo doblegar a su gran rival. Firmó su gran victoria después del enésimo intento con estas palabras: “Es fácil dudar de uno mismo cuando no te sale una cosa a la primera ó a la segunda. Pero si tienes la paciencia para seguir intentándolo y algo de suerte, lo conseguirás”. Allen ganó con un tiempo de 8:09:15 y Scott finalizó 58 segundos detrás con 8:10:13. Ambos quebraron el record del circuito que poseía Scott y, además, Allen estableció el record de la maratón que aún permanece vigente.






JULIE MOSS

El momento más memorable de la historia del Ironman lo protagonizó Julie Moss, una estudiante universitaria de 23 años que compitió en la edición del Ironman de Hawai de 1982 como parte de su tesis de fisiología deportiva, en la cual solo esperaba completar la carrera. Sin embargo, estuvo liderando la prueba femenina durante toda la carrera hasta que en la maratón las complicaciones físicas y la deshidratación se cebaron con ella obligándola a caminar y a caerse repetidamente. Metros antes de la meta se cayó al suelo semiinconsciente y perdió el primer puesto en manos de Kathleen McCartney que se quedó con el título femenino. Moss no permitió la asistencia de nadie, pues hubiera supuesto su descalificación, y lentamente comenzó a arrastrarse para llegar a la línea final y cumplir su objetivo de acabar entrando en segunda posición. Aquella lucha para poder terminar la carrera fue difundida alrededor del mundo por TV, hecho que la convirtió en una leyenda del triatlón y una inspiración para millones de personas, entre ellos, Mark Allen, que por este hecho decidió entrenar para correr en Hawaii. Con el tiempo se convertiría en su esposo y ganador de seis Ironman de Hawaii.






EL EQUIPO HOYT

Esta es la historia de Dick y Rick Hoyt, padre e hijo. Rick sufrió asfixia en el parto por culpa del cordón umbilical y quedó con una parálisis casi total. Los doctores decían que el cerebro también se había visto afectado y que Rick quedaría en estado vegetativo, pero los padres se esforzaron en educarle de un modo “lo más normal posible”. A pesar de no poder hablar, Rick demostró pronto que su cerebro estaba bien. No puede casi moverse y no habla, pero entiende todo y se comunica a través de un ordenador especial, muy parecido al de Stephen Hawking, que va seleccionando letras hasta que él hace un pequeño gesto con la cabeza.
Una de las ilusiones de Rick era participar en una carrera benéfica en honor a un deportista local que había quedado parapléjico en un accidente. Su padre le ayudó a participar, empujando su silla de ruedas durante todo el recorrido. Rick se sintió realizado, libre de sus ataduras corporales, y dio así comienzo una larga gesta de carreras (más de 900 carreras entre las que cabe destacar 6 Ironman) en las que padre e hijo han participado desde entonces.
El vídeo que viene a continuación muestra la participación de padre (60 años) e hijo en el Ironman de Hawai. Su título ("I Can") es toda una declaración de intenciones...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me sé de uno que acabó el titán a lo Julie Moss...

FERMÍN dijo...

Venga Fernan... no te autoflageles, que solo te faltaba tener un cubata en la mano!

Anónimo dijo...

Aprovecho para desearos a todos una Feliz entrada en el año 2008

Anónimo dijo...

al Fernan le faltó el cacique...estás en baja forma eh