Hotel Los Tadeos, lugar idílico en el que nos
ubicamos gracias a Fermín, ideal para una escapada romántica de fin
semana y para mimarse la víspera del Titán.
Las previsiones meteorológicas no eran demasiado buenas así que lo
primero que hice al levantarme fue salir al enorme balcón de la
habitación y convencer a mi estado de ánimo de que el día no iba a ser
tan malo como pintaba.
Me tranquilizó ver a Fermín en la cafetería ya ataviado con la
equipación de combate dispuesto a zamparse el desayuno de los titanes.
Con seis camisetas de esta bestialidad de carrera no se me ocurre nadie
mejor para templarle a uno los nervios.
Rituales de rigor previos, besitos a mi niña, algo bueno debí hacer en
otra vida para merecerla en ésta, y en un suspiro estábamos bajando en
bici a boxes.
Fuimos holgados de tiempo, preparamos las bicis, trotamos diez
minutillos, nos embutimos en el neopreno y al agua patos, a buena
temperatura, calmada y limpia.
Dirigir la vista hacia Las Palomas era menos alentador. Una densa capa
de nubes cubría gran parte de la carretera por la que tendríamos que
pasar y el paraje recortado en el gris era precioso y sobrecogedor.
En la espera junto a la boya saludamos a Ferni, nos dimos ánimos, y ¡PAM!, swim Tete swim.
El mundo se simplifica, fuera dudas, fuera miedos, hemos entrenado para hacerlo lo mejor posible aquí y ahora.
La natación se me hizo cómoda, logré nadar casi todo el tiempo sin
golpes ni enganchones y en lo que yo creía que era la línea recta entre
boya y boya. Lo digo porque me sorprendía ver a muchísima gente haciendo
un arco excesivamente pronunciado, nadando más metros por consiguiente.
Fermín y yo lo comentamos al final de la carrera envueltos en la misma
opinión.
Como siempre, la primera vuelta se me hizo más larga que la segunda.
Toco suelo, me incorporo y a por la bici. Un niño que iba contando los
puestos en voz alta me numeró con el 81; "si es así, no está mal del
todo" pensé.
Transición no tan rápida como hubiese querido, besito a Mariló, quien
cámara en mano me dijo que Fermín me llevaba unos 5 minutos (¡Quétío!
gran natación) y a dar pedales.
Empecé con un dolor horroroso en el gluteo
derecho llegando a pensar si sería algo de fibras, pero dos kilómetros
después se me fue pasando y ya no volví a echarle cuentas.
El segmento de bici, como decirlo... ¿terrorífico, intenso, desafiante?
Fue constante la sensación de permanecer en la cuerda floja en las
bajadas.
Hablando con uno del Bikila me decía: "hay que ir con cuidado y no tumbar demasiado." ¡Ja! ¡Si yo no tumbo ni en seco!
Mientras subía Las Palomas iba con buena cadencia y me sentía bien, pasando a bastante gente y asimilando bien el esfuerzo.
Espectacular paisaje y preciosa la carretera por la que discurría la prueba.
Saludé a Ferni de nuevo y al alzar la vista, unas cuantas curvas más
arriba, vi un maillot naranja y la figura inconfundible de Fermín.
Agaché la cabeza y no pensé en si estaba cerca o lejos, si tenía que
alcanzarlo ya llegaría el momento.
El momento llegó a unos tres kilómetros del alto del puerto y, si bien
en un principio pensé en subir lo que quedaba con el colombiano, al
verme bien de piernas decidí seguir al ritmo que llevaba. En ese momento
deseaba mas que nada que nos viéramos en meta sin un rasguño.
Tras coronar las Palomas todo fue a peor, piso mojado, lluvia, niebla,
frío, bajadas en un recorrido desconocido para mi... El típico día que
evitamos siempre en los entrenamientos de pretemporada. Pero aun así los
kilómetros transcurrían por parajes preciosos que por instantes era
capaz de disfrutar, llevando mi pensamiento al momento de soltar la bici
de una pieza y ponerme a correr para entrar en calor.
La subida al Boyar y a las Palomitas fue pasada por agua y niebla y (no
todo iba a ser malo) la bajada hasta meta fue por carretera seca pero al
ir empapado llegué helado a boxes.
Por fin a correr, mis pies en suelo firme, ahora que llueva, truene o
se caiga el Sol, no bloquear las ruedas dejaba de ser una tensa
obsesión.
Empecé con ganas, Algodonales me parecía estar lejísimos y pensaba que
si no regulaba lo pagaría caro, aunque poco a poco logré encontrar un
ritmo con el que me sentía cómodo y al dar la vuelta en la plaza
confirmé las buenas sensaciones al comprobar que las piernas respondían
al esfuerzo. No calambres+no problemas de estómago=desarrollo de lo
entrenado. Dejé atrás los dos últimos puntos de avituallamiento sin
tomar nada y ya en las cuestas de Zahara escuchaba en la lejanía los
gritos de ánimo de la gente, ese ambiente que tantas veces me habíais
contado y que si no lo vives no lo imaginas.
Ultima curva, alcé la vista y vi a Mariló dispuesta para entrar en meta
conmigo, no tocaba el suelo con los pies, iba en una nube de gritos de
ánimo, me costaba respirar de la emoción, por fin el dorsal 163
completaba su primer Titán en 5h 58'.
El que llevaba puesto ese dorsal se abrazó a Mariló y rompió a llorar
como un niño al descalzarse la tensión acumulada. Metáfora del gran
apoyo que tengo en ella.
Genial el momento en el que pude abrazar a Fermín y felicitarle por su séptimo y "penúltimo" TITÁN.
Estupendo ambiente postmeta. Sólo un pero, no estabais todos vosotros, sin duda habría sido mucho mejor.
miércoles, 10 de octubre de 2012
lunes, 1 de octubre de 2012
SOBERBIO TETE Y 7º TITÁN PARA FERMIN
El pasado sábado se celebró la VIII edición del Triatlón Titán, 2 km de natación, 90 km de bici y 21 km corriendo, en la sierra de cádiz.
Bajo unas condiciones climatológicas muy adversas (frío, lluvia, niebla y viento en la parte final) se celebró esta edición que hizo aún más épico su nombre.
Tete hizo un triatlón SOBERBIO. Salió bastante bien situado del agua, sobre el puesto 80 aprox, una bici muy buena, y terminando con un tiempo colosal en la media maratón de 1h 29´. Su tiempo total, 5h 58´, haciendo 9º andaluz de la categoría.
Por mi parte (Fermín) realicé un triatlón muy completo. Muy buena natación, controlando mucho en la bici, y muy buena carrera a pie. Durante casi toda la prueba, tuve muy buenas sensaciones. Finalmente, 20º andaluz de la categoría, con un tiempo total de 6h20´.
Bajo unas condiciones climatológicas muy adversas (frío, lluvia, niebla y viento en la parte final) se celebró esta edición que hizo aún más épico su nombre.
Tete hizo un triatlón SOBERBIO. Salió bastante bien situado del agua, sobre el puesto 80 aprox, una bici muy buena, y terminando con un tiempo colosal en la media maratón de 1h 29´. Su tiempo total, 5h 58´, haciendo 9º andaluz de la categoría.
Por mi parte (Fermín) realicé un triatlón muy completo. Muy buena natación, controlando mucho en la bici, y muy buena carrera a pie. Durante casi toda la prueba, tuve muy buenas sensaciones. Finalmente, 20º andaluz de la categoría, con un tiempo total de 6h20´.
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